La avaricia de muchos conquistadores tales
como Hernán Cortes produjo una ambición insaciable de encontrar una ciudad que
estaba hecha completamente de oro, lo cual descabello al mundo antiguo, ya que
genero innumerables excursiones hacia el nuevo mundo en donde esperaban
encontrar tan maravillosos tesoros.
Hernán Cortes
Fuera cierto o no, miles de indígenas y
europeos perdieron la vida en esta búsqueda, los indígenas por no revelar la ubicación
de la ciudad, porque tal vez simplemente no existía y los europeo perdidos en
las selvas amazónicas que estaban sin explorar.
Estos deseos de obtener el material
precioso llevo a otros además de Hernán Cortes a buscar el dorado, tal es el
hecho de Vasco Núñez de Balboa quien se adentró más hacia el sur del continente
americano con el fin de hallar de donde provenía toda la riqueza que los indígenas
tenían.
Esta percepción de que en el nuevo
continente había oro por doquier se fue encargada de difundir por el antes
mencionado Hernán Cortes quien al estar presente en un místico tributo en donde
el líder de la tribu era bañado en polvo de oro y arrojado al rio como ofrenda
al dios sol, hizo creer que existía tal ciudad a cualquier europeo conquistador
que escuchara la historia, haciéndolos iniciar un viaje sin fin.
Hasta este tiempo todavía hay personas obsesionadas
con encontrar esta misteriosa ciudad, con el apoyo de herramientas modernas
tales como radares, con lo cual no han tenido suerte.
Respecto a esto, varios han planteado teorías
de que no se trata de una ciudad en concreto sino de varios lugares con
pequeños tesoros, un claro ejemplo es la laguna de guatavita en Cundinamarca,
Colombia en donde se cree que se encuentra un tesoro indígena pero debido a las
condiciones del lugar no se ha podido cerciorar la validez de la teoría.
Más que el oro en sí, los españoles como Hernán
Cortes duraron gran parte de su vida buscando algo que jamás pudieron hallar. Dejando
así un misterio sin resolver, o tal vez la historia nos miente y si haya existido
un lugar tan maravilloso como el dorado, en todo caso sería muy difícil que alguien
lo pudiera hallar.
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